Un plato que representa la calidez de la cocina hogareña, ideal para los días fríos y perfecto para compartir en familia. Un guiso lleno de historia y sabor que siempre deja a todos satisfechos.
Un plato argentino por adopción y belga de origen, traído por los primeros colonizadores españoles. Acá se reversionó y se le agregaron dos productos bien locales: maíz y duraznos. Es un guiso de cocción lenta y a fuego bajo y, en algunas ocasiones, se sirve dentro de un zapallo ahuecado, lo que lo convierte en un plato tan delicioso como vistoso.
Ingredientes
- 500 g de orejones de durazno cortados en cuartos
- 1 kilo de carne sin hueso cortada en cubos (palomita o tortuguita, por ejemplo)
- 1 kilo de batata cortada en cubos
- 500 g de zanahoria cortada en ruedas
- 1.2 kilos de papas cortadas en cubos
- 700 g de choclo en ruedas
- 1 kilo de cebolla cortada en pluma
- 1 morrón cortado en cubos
- 1.2 kilos de calabaza cortada en cubos
- 1 pocillo de aceite
- Sal y pimienta
- 100 g de azúcar
- Caldo de verdura y de carne, cantidad necesaria
- 1 pan de campo
Preparación
Paso 1
En una olla grande con aceite caliente, sellar la carne por todos sus lados.
Paso 2
Agregar la cebolla, la zanahoria y el morrón. Salpimentar.
Paso 3
Sumar ambos caldos calientes hasta cubrir la preparación.
Paso 4
Cocinar a fuego bajo hasta que la carne esté tierna, de 90 a 120 minutos.
Paso 5
Agregar los vegetales por orden de dureza: primero, los cubitos de papa. A los 5 minutos, añadir la batata y luego la calabaza.
Paso 6
Añadir el azúcar y seguir cociendo a fuego bajo.
Paso 7
Cuando falten 5 minutos para que estén las hortalizas, sumar los choclos y los orejones. Guisar diez minutos más.
Paso 8
Ahuecar el pan de campo y verter el guiso. Servir de inmediato.
Tips
Elegir cortes con buen marmoleo como roast beef, paleta o aguja que aporta sabor y mejora la terneza.
Para un guiso más espeso, pisar algunos trozos de zapallo mientras se cocina.