Por qué el ministro Lugones empezó a hablar de la eficacia de las vacunas con la visita de Robert Kennedy Jr.

"En términos de cómo va a ser la institución que reemplace a la Organización Mundial de la Salud (OMS) hablamos de distintos modelos posibles. Uno sería usar instituciones existentes, como la agencia de seguridad sanitaria mundial; o alguna nueva institución. El presidente Milei está dispuesto a involucrar unos pocos países, en principio, porque cita Macabeos 3:91, donde dice que 'no importa el tamaño del ejército sino las fuerzas del cielo'. Si podemos modelar una buena agencia para el resto del mundo, muchos van a querer sumarse".

Estas palabras resumen acabadamente el fuerte apoyo que el secretario de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos, Robert F. Kennedy Jr., le dio al gobierno nacional, en una conferencia de prensa este martes, donde -frente a un grupo selecto de periodistas- el ministro de Salud, Mario Lugones, y el Canciller, Gerardo Werthein, se ocuparon de ratificar la salida de la Argentina del principal organismo de salud mundial.

En la breve reunión (de unos 20 minutos), cada uno a su turno, los dos ministros argentinos y su par estadounidense emitieron exposiciones de apenas un par de minutos centradas en marcar el "nuevo paradigma" (frase repetida muchas veces) que la Argentina comenzará a adoptar en materia de salud. Fue frente a sólo cuatro periodistas de algunos de los principales medios del país (entre los que estuvo Clarín), además de funcionarios del Ministerio de Salud y de Cancillería argentina, en cuya sede fue el encuentro.

Estrictos con los tiempos y el formato, las autoridades habilitaron únicamente una pregunta por periodista, sin posibilidad de repreguntar o dirigir consultas a más de un interlocutor. Este medio pudo preguntar al ministro Lugones por la postura que la Argentina parece estar dando en materia de vacunas, particularmente en presencia del secretario de Salud estadounidense, reconocido promotor del antivacunismo.

La consulta fue por las características que tendrá este cambio inédito, luego de décadas de liderazgo regional en esta materia, más allá de la preocupante caída que hace unos diez años se percibe en la adherencia al calendario obligatorio de vacunación.

Si bien fuentes ministeriales aseguraron a Clarín que no está la intención de modificar el calendario obligatorio de vacunación ya consolidado, Lugones desplegó un concepto en el que viene insistiendo: y es que, "de ahora en más, las vacunas que quieran entrar (al país) van a tener que contar con estudios que incluyan un grupo control placebo".

El tema llama particularmente la atención. Tanto las vacunas como los medicamentos suelen atravesar estudios clínicos sumamente rigurosos, que contemplan grupos placebo. Es decir, personas que creen estar recibiendo el fármaco que se analiza pero no reciben nada, cuyos resultados luego se cotejan (como quien pone blanco sobre negro) con los obtenidos por el grupo que sí recibió la droga bajo análisis. Como son excepcionales los casos en que, por razones de ética sanitaria, se omite el análisis mediante placebo, sorprende el énfasis que Lugones depositó en este punto, en una especie de ajuste de la sintonía fina con su par estadounidense.

En su respuesta, el ministro agregó que la exigencia de grupos placebo "la acaba de anunciar el secretario de Salud el 20 de mayo en Estados Unidos", sugiriendo una traspolación internacional de las políticas entre Estados Unidos y Argentina, y cerró: "Incluso para las del Covid estamos evaluando sacar la vacuna para los menores de 6 meses. No hay ninguna evidencia de que eso sea cierto".

Clarín pidió más detalles al Ministerio de Salud sobre esta nueva postura manifestada por Lugones con respecto a las exigencias para las vacunas que podrán ingresar al país. Fuentes de la cartera explicaron que "la iniciativa y los cuestionamientos se focalizan particularmente sobre la vacuna del Covid", y relativizaron el efecto concreto que esta iniciativa podría tener sobre el resto de las vacunas.

En la conferencia, los representantes de las carteras de Salud anunciaron que sus países habían acordado emitir un comunicado conjunto, que asienta posiciones ya compartidas en las comunicaciones que emitió este lunes la cartera que maneja Lugones.

Son ocho párrafos centrados mayormente en criticar el papel que vino cumpliendo la OMS, en especial en el manejo de la pandemia. En su lugar, se propone "una nueva era de cooperación en salud mundial, centrada en los resultados, la soberanía y un futuro más seguro para todos”.

Salud 2025: el comunicado conjunto de Lugones y Kennedy Jr.

Entre los puntos más marcados, está lo que ellos ven como "serias deficiencias estructurales y operativas que minaron la confianza a nivel mundial y subrayaron la necesidad acuciante de contar con un liderazgo independiente y basado en la ciencia en materia de salud mundial".

Suman que, de hecho, “existen preocupaciones bien documentadas sobre la gestión inicial de la pandemia y los riesgos asociados con ciertos tipos de investigaciones" y agregan que "lejos de garantizar una transparencia oportuna, la OMS no proporcionó crítico a la información, lo que perjudicó la capacidad de los países para actuar con rapidez y eficacia" y generó "consecuencias devastadoras a nivel mundial".

Apuntan que “la ausencia de reformas significativas, las demandas financieras desproporcionadas y la creciente politización de la organización han llevado finalmente a Estados Unidos y Argentina a retirarse de la OMS", ya que “la organización se ha alejado de su misión fundacional, puesto que depende cada vez más de contribuciones voluntarias y se ha vuelto vulnerable a la influencia de agendas no científicas".

En este sentido, los ministros consideran que este "retiro marca el inicio de un nuevo camino: la construcción de un modelo moderno de cooperación en salud mundial basado en la integridad científica, la transparencia, la soberanía y la rendición de cuentas".

"Nos une el compromiso de brindar intervenciones de salud pública costo-eficaces y basadas en evidencia, que prioricen la prevención —especialmente en la infancia— abordando causas profundas como las toxinas presentes en el medioambiente, las deficiencias nutricionales y las normas de inocuidad alimentaria", detallan.

Luego agregan que “las verdaderas amenazas a la salud exigen un abordaje urgente y una ciencia de primer nivel. Bajo el liderazgo del presidente Donald J. Trump, Estados Unidos está restaurando un enfoque soberano y orientado a los resultados que pone a las personas por encima de la política. Argentina, de igual forma, respalda la creación de sistemas de salud pública basados en la autonomía, la transparencia, la innovación y el rigor científico".

PS