Un día cualquiera la persona se sorprende al detectar que su cuenta bancaria está vacía. El sueldo ya no está. ¿Hubo un error? No. Fue un robo. Una estafa bancaria de las muchas que ocurren a diario. Y todo pudo haberse originado en una visita al cajero automático si el , desprevenido, no tomó ciertas precauciones.
Hay delincuentes conocidos como "pescadores" que colocan en las máquinas dispositivos ocultos, casi imperceptibles, que capturan los datos de las tarjetas de débito y registran las claves ingresadas. La modalidad se llama skimming.
Otros se valen simplemente de engaños y "cuentos del tío", ya sea en persona -ofreciendo una supuesta ayuda junto al cajero- o por teléfono, para lograr que las personas les revelen de su propia boca las claves que dan a todo su dinero.
Sin embargo, si uno está advertido y toma las debidas precauciones, son pocas las chances de convertirse en la próxima víctima.

Consultados por Clarín, especialistas en seguridad de distintas entidades -los bancos Santander, Ciudad, Provincia y la Red Link- explicaron cuáles son los cuidados imprescindibles que se necesita tener al ir al cajero.
¿Qué hay que revisar en la máquina antes de insertar la tarjeta y marcar la clave? ¿Y cómo actuar ante distintas situaciones que se pueden presentar">