Campaña agrícola: entre las lluvias que trajeron alivio pero ya con recortes en las estimaciones de cosecha

Las lluvias de los últimos días aliviaron la situación que se estaba viviendo en varias zonas, pero todavía el “partido” no terminó y se vienen días cruciales. Ya hay daños en los cultivos, lo que provocaron recortes en las cosechas de soja y maíz, y todavía hay zonas muy necesitadas de agua.

La novedad es que al cierre de esta edición se estaban registrando lluvias en gran parte de la provincia de Buenos Aires, con acumulados muy importantes. Y se preveían lluvias en zonas del norte del país, que son las más necesitadas.

Según el último reporte de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, a nivel nacional más del 60% de las 18 millones de hectáreas sembradas de soja sostiene una condición de cultivo Normal/Excelente y una condición hídrica Adecuada/Óptima.

El cultivo de primera transita etapas reproductivas sobre el norte del área agrícola, donde el impacto de las altas temperaturas fue mayor sobre el NEA y norte de Santa Fe en comparación al NOA. A su vez, sobre ambos núcleos y Córdoba, un 27 % de los planteos tempranos transitan etapas críticas (R3-R4), debiendo cumplirse los pronósticos para sostener el potencial de rendimiento.

Por su parte, el 21 % de la soja de segunda ha iniciado etapas reproductivas, y hay algunos síntomas de estrés termo-hídrico en lotes que no han acumulado milímetros en la última semana, acentuados por las altas temperaturas.

En cuanto al maíz, siguiendo con el informe de la Bolsa de Cereales porteña, se está comenzando con algunos planteos que producto de las temperaturas extremas y falta de agua finalizaron su ciclo antes de lo esperado, sufriendo mermas de rinde potencial.

Por otro lado, a pesar de las precipitaciones registradas en el centro del área agrícola, la alta demanda hídrica que generaron los picos térmicos por encima de los 35 °C en prácticamente toda el área agrícola produjo una reducción de área en condición hídrica definida como Óptima/Adecuada de 4,8 p.p.

Asimismo, el cereal bajo condición de cultivo Normal/Excelente cayó 6,8 p.p., principalmente en zonas donde la humedad del suelo continúa escasa. Cabe destacar, además, que el 40 % del maíz tardío ha iniciado su período crítico de definición de rendimiento con una situación hídrica muy heterogénea.

En este contexto, la Bolsa de Comercio de Rosario dio sus proyecciones del mes de febrero: la cosecha maicera será de 46 millones de toneladas, 2 millones de toneladas menos que hace un mes, y la de soja, de 47,5 millones de toneladas, 2,5 millones de toneladas menos que la campaña precedente.

El Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA) también había achicado las cosechas en Argentina en su informe mensual de Estimaciones sobre Oferta y Demanda Mundial de Granos publicado el martes pasado. La cosecha de soja será ahora de 49 millones de toneladas -vaticinaban 52 millones de toneladas- y la de maíz alcanzará las 50 millones de toneladas de las 51 millones de toneladas como anticipaban.

A esto, hay que sumarle los problemas de rentabilidad que están impactando en los productores por la baja de los precios internacionales y la suba de los insumos en dólares. El Gobierno también intentó aliviar a los chacareros con una rebaja temporal (hasta el 30 de junio) de las retenciones a los principales cultivos.

Esto hizo que los precios se incrementen: la soja disponible cotiza arriba de $ 320.000 pesos y el maíz y el trigo, en el orden de los $ 215.000-220 000. Previo a la baja de las retenciones, la soja cotizaba a $290.000, el maíz, a $ 205.000 y el trigo, a $195.000. Al respecto, Marcos Hermansson, corredor, presidente del Centro de Corredores y Agentes de la Bolsa de Cereales y directivo de Matba-Rofex, sumó que la semana pasada la cotización de la Soja-Mayo 2025 estuvo en US$ 300 en un contexto donde "va a sobrar" producción porque "hay una mayor oferta que demanda". "Es un valor para que el productor no le pierda pisada", remarcó. Y acotó un dato importante: "Se operó Soja-Mayo 2026 en Matba-Rofex a US$ 292".

Así, desde el 27 de enero (cuando se oficializó la baja de la alícuota) hasta el jueves 13 de febrero, los productores vendieron 2,9 millones de toneladas de soja, 2,7 millones de toneladas de maíz y más de 1 millón de toneladas de trigo.

En el lote

Desde el sudeste de Córdoba (región núcleo), puntualmente desde Monte Buey, el referente Santiago Lorenzatti, quien es socio fundador de Okandú, describió que en términos generales los cultivos se vienen "desarrollando de manera aceptable” en esa zona, pero advirtió que “no hay reserva de agua en el perfil”.

“Las últimas lluvias fueron muy irregulares. Hay situaciones disímiles en corta distancia.Los que tuvieron la suerte de ligar un chaparrón más grande, estamos hablando 20-30 mm versus otro los que frente a la misma tormenta, le llovió 2 o 3 mm. Y eso por ahora está siendo esa diferencia entre un cultivo aceptable en carrera, y otro que empieza a perder potencial de rendimiento”, explicó.

Ante esta circunstancia, Lorenzatti afirmó que lo que caracteriza a la actual campaña agrícola es la heterogeneidad en cada zona, o sea, lotes muy próximos pueden variar en función de las lluvias.

“En términos generales, va a haber un recorte de la producción, ya que me parece que son más las zonas afectadas negativamente por la lluvia que las positivas”, retrató.

En el centro de Santa Fe, el ingeniero agrónomo Diego Pérez, asesor privado y miembro de Crea, informó que están cosechando los girasoles, están entre 2.700, 2.800 hasta 4.000 kg, a los que considera como rindes “muy buenos”. En tanto, los maíces temprano también anduvieron en esa línea, rindiendo de 8.000 a 11.000 o 12.000 kg.

La soja de primera copió muy bien lo que es clase de suelo y ambiente productivo, destacó. “Los ambientes de alto potencial, que están en R4 y R5, se la estaban aguantando y en ambientes de inferior productividad, la estaban pasando mal”, especificó.

En el caso de soja de segunda, tanto en ambientes buenos y en ambientes más marginales, está muy deteriorada "Con las últimas lluvias se van a acomodar, pero ya tenemos una pérdida de rindes muy importante. Las sojas van a tener menos cantidad de nudo y mucho menos biomasa. Estamos muy limitados”, comentó.

Los maíces de segunda, sembrados en diciembre sobre trigo, avena o cultivo de servicios, están a días de florecer en algunos casos y ya algunos lotes están florecidos o que están por florecer fue prácticamente con una sequía muy grande. “Esperemos que nos rindan más de 6.000-7.000 kg”, dijo.

En la zona del sudeste de Buenos Aires, más precisamente en Necochea, en general los cultivos de gruesa vienen con un buen estado, según indicó Esteban Bilbao, asesor en agricultura en Agroestudio Viento Sur.

“Hay zonas más someras o con suelos de menor calidad que están sufriendo un estrés importante por falta de lluvias. Y la zona más profunda, los cultivos vienen en buen estado, pero se necesitan lluvia y no hay pronosticadas en el corto plazo”, acotó.

En el caso de los girasoles -cultivo típico de la zona- vienen muy buenos. Los que se implantaron de forma temprana están transitando e pleno llenado y los sembrados más tarde están terminando floración.

“En general, lo que es girasol, por ahora viene para tener un rinde promedio, pero bueno, si seguimos sin lluvia, lo que queda es llenado, puede ser que que quedemos por debajo probablemente”.

En lo que es maíces tempranos, describió que en general vienen muy bien tras un arranque con muy buen desarrollo. Luego, en enero se fueron reduciendo los cultivos por la falta de lluvias, por lo que esperan un 20% menos de rinde. Y los maíces sembrados tarde están en inicio llenado, con lo cual estaría necesitando más lluvia todavía que lo sembrado temprano.

Mientras que en relación a la soja, no es una zona característica para la oleaginosa, pero destacó que en general los de primera vienen con un buen estado, al igual que los de segunda.

El clima

Natalia Gattinoni, investigadora del área de Agrometeorología del Instituto de Clima y Agua del INTA, analizó la situación actual y las perspectivas climáticas para los próximos meses.

Gattinoni explicó que la campaña inició con una proyección de La Niña, lo que generó preocupaciones en el sector. Sin embargo, agregó, hubo grandes cambios y las condiciones permanecieron en condiciones neutrales. A pesar de que en septiembre y octubre las predicciones indicaban una Niña tardía de corta duración, los registros muestran que el fenómeno no se consolidó y, en su lugar, el clima transitó una fase neutral.

"Pasamos de un septiembre y octubre seco a un noviembre y parte de diciembre que dejaron lluvias, aunque con variabilidad espacial. Hubo zonas que recibieron más precipitaciones y otras que no", detalló la especialista.

Y durante diciembre y enero, el Océano Pacífico Ecuatorial comenzó a mostrar características de La Niña, lo que impulsó condiciones más secas y elevadas temperaturas en varias regiones del país.

En febrero, el panorama cambió. Se registraron lluvias importantes en algunas regiones, pero no de manera homogénea. "El norte de Buenos Aires, el sudeste de Córdoba, el sur de Santa Fe y el sur de Entre Ríos recibieron más de 100 milímetros en los primeros 12 días del mes. Sin embargo, en el norte de Córdoba, el norte de Santa Fe, Santiago del Estero, Chaco, Corrientes y el sur de Buenos Aires, las precipitaciones fueron mucho menores, e incluso escasas", explicó.

Gattinoni también destacó la gran variabilidad climática subestacional: "Dentro de cada mes o trimestre, tuvimos períodos de lluvias destacadas, como en octubre y noviembre, y luego una tendencia a condiciones más secas".

Respecto a la situación de sequía en el NEA y NOA, Gattinoni señaló que para enero, áreas de Chaco, Formosa, Corrientes y el norte de Santa Fe se clasificaban con sequía leve a moderada, y como los primeros días de febrero no recibieron lluvias significativas, siguen en esas condiciones. No obstante, se esperan acumulados semanales interesantes en los próximos 10 a 15 días, que podrían aliviar la situación en algunas zonas.

Las previsiones indican nuevas precipitaciones entre el es viernes y el 20 de febrero en el norte de Buenos Aires, Santa Fe, Entre Ríos y otras áreas del centro del país, con acumulados que podrían rondar entre 30 y 50 mm, incluso más en algunos sectores. "Para los últimos días de febrero, las lluvias abarcarán gran parte de Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe", agregó.

Finalmente, la especialista señaló que las actualizaciones del fenómeno de El Niño y La Niña se realizan mensualmente y actualmente se dispone de información de enero. "De ahora en adelante, seguiremos transitando hacia la neutralidad de este fenómeno, con una probabilidad de menos del 30% de que La Niña se consolide. Esto significa que no habrá influencia directa sobre nuestras lluvias, ya que nos encontramos en una etapa neutral", anticipó.

Según el pronóstico trimestral (febrero-marzo-abril) del Servicio Meteorológico Nacional se esperan lluvias superiores a la normal en la mayor parte del NOA; normales en el norte, Santiago del Estero, oeste de Buenos Aires, oeste de Santa Fe, Córdoba, La Pampa y San Luis, Cuyo, este y sur de Patagonia; y normales o inferiores a la normal en el litoral, este de Buenos Aires y oeste de Patagonia. w