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      Eliminar las retenciones es una gran noticia, pero...

      • La quita de los derechos de exportación a las Manufacturas de Origen Industrial acentúa la discriminación sobre la agroindustria.
      • Muchos productos tienen menos valor agregado que un grano de maíz.

      Eliminar las retenciones es una gran noticia, pero...En un grano de maíz se exporta mucho valor agregado. Condensa un proceso que lleva miles y miles de puestos de trabajo. Es el envase en el que va desde la camioneta del ingeniero, los camiones, el combustible, hasta el polietileno del silobolsa.

      La eliminación de los derechos de exportación (retenciones) para el 88% de los productos industriales, anunciada esta semana, es una gran noticia. La medida, según la justificación oficial, “busca reactivar la industria y la competitividad”.

      Estas exportaciones estaban gravadas con tasas de 3 a 4,5% e impactaban sobre casi empresas manufactureras, generando una recaudación de 3800 millones de dólares (2024).

      La decisión toma más valor cuando se indica que se trata de una medida permanente. Va en el sentido correcto. Pero deja un regusto amargo: subraya con gruesos trazos de evidencias la clara e incomprensible discriminación histórica hacia todo lo que tiene que ver con el sector agroindustrial. La soja seguirá tributando el 33% desde el 30 de junio, cuando venza el período de reducción temporaria que las puso en el 26% en enero pasado. Esta semana voceros del Gobierno volvieron a recordarle esto a los chacareros, “aconsejando” la rápida liquidación de la cosecha.

      Esta discriminación está consagrada en el código oficial, cuando diferencia las exportaciones MOI (Manufacturas de Origen Industrial) de las MOA (Manufacturas de Orígen Agropecuario). Y también respecto de los “PP” (Productos Primarios) en los que revistan los granos sin procesamiento.

      Es todo un gran dislate. Revisemos.

      Industria es, por definición, la transformación de los recursos en bienes de utilidad para la sociedad. En esto es lo mismo transformar acero en camioneta que fertilizante en granos. El grano le agrega valor al fertilizante, al gasoil y al neumático de Fate. Exportar cubiertas tiene menos valor agregado que exportar un grano de maíz. El maíz es, con toda la cadena que involucra, el mayor conglomerado industrial del país. Abarca desde el acero hasta el caramelo.

      La maquinaria agrícola es parte indisoluble del proceso de producción de granos que luego salen al exterior como tales (PP) o como derivados industriales. Cuando exportamos trigo, exportamos sembradoras con valor agregado. Porque la sembradora se consume en el proceso de colocar la semilla en el suelo de modo que germine. Con ella va el fertilizante, los productos de protección (químicos y biológicos) y toda la parafernalia de conocimiento, ciencia y tecnología que intervinieron en su desarrollo.

      El grano cosechado es la mejor forma de condensar todo ese proceso, que lleva miles y miles de puestos de trabajo. Es el envase en el que va desde la camioneta del ingeniero, los camiones, el combustible, hasta el polietileno del silobolsa. Que es también un insumo de la producción, porque se consume en su primer uso.

      La sembradora es una MOI y en buena hora que se le reduzcan los derechos de exportación. Argentina exporta sembradoras a muchos países que han descubierto las ventajas competitivas de la siembra directa. Crucianelli, por ejemplo, llega a destinos tan extraños como Bulgaria. Está buenísimo que ahora haya mejorado su ecuación con esta quita de impuestos.

      Mientras tanto en estas pampas los fabricantes afrontan dificultades para vender sus máquinas en el mercado local, porque la renta de la agricultura es capturada alevosamente por el Estado. Milei ha prometido hasta el cansancio que los derechos de exportación son un robo y que "se van a eliminar cuando las cuentas lo permitan". Bueno, parece que lo están permitiendo. Pero para el campo, el poncho no aparece.

      En el mundo, la agricultura está en problemas. En la vieja Europa el clamor por más subsidios está a la vuelta de la esquina. En Estados Unidos, el lobby de los farmers ha logrado nuevas medidas de apoyo, con precios garantizados, compensaciones de todo tipo y el impulso a los biocombustibles, una política de Estado que no cesa ni en los tiempos de Trump. No dejan que se caiga un solo Farmer. Aquí, muchos caminan por el borde del precipicio.

      Insistimos: está muy bien reducir los derechos de exportación para las MOI. Pero está muy mal seguir con la idea fuerza de que son más plausibles que las MOA y los PP.


      Sobre la firma

      Héctor Huergo
      Héctor Huergo

      Editor jefe de la sección Rural [email protected]

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