El fallecimiento, por Covid, del ex gobernador socialista Miguel Lifschitz -que como candidato con mejor imagen positiva era el número cantado del Frente Progresista para darle pelea a la grieta- alteró el escenario santafesino. Su esposa, la diputada provincial Clara García, recogió el guante y buscará disputar una banca en el Senado. Pero antes, debe ganarle la interna a Rubén Giustiniani, empujado por el intendente de Rosario, Pablo Javkin.
García es contadora, fue la primera mujer en dirigir el Banco Municipal de Rosario, fue secretaria de Servicios Públicos y de Producción de esa ciudad, y actualmente es legisladora.
- Días atrás dijo que este era su peor momento personal y el peor momento político para el espacio. ¿Por qué elige ser candidata?
- Sí, es un momento de mucho dolor; que no es diferente al de las más 100 mil familias argentinas que perdieron a un ser querido en este tiempo. Otros también perdieron su trabajo o su empresa. Pero hay tanta gente poniendo fuerza para salir que es un poco un ejemplo y un acto de generosidad hacerlo. Nuestra organización ya había sufrido hace poco más de un año la desaparición de Hermes (Binner) y en la muerte de Miguel tuvo el vacío de un líder irrepetible que nos llevó a quienes militamos hace tantos años a sacar fuerzas para continuar con la antorcha encendida.
- Tiene una larga carrera política pero últimamente es mencionada como "la viuda de Lifschitz", ¿cómo lleva esa etiqueta">