Redacción Clarín
El destino se esconde en lugares pequeños. Marisa Cascallar (42) encontró el suyo buscando un arito. Fue hace 23 años en un boliche de Mar del Plata. Caminó un par de cuadras con sus amigas y dudó si darlo por perdido o volver. Y volvió. Ese giro le cambió la vida.
“¿Si te los encuentro, me das tu teléfono">