El príncipe Harry regresó sorpresivamente a Londres para asistir este martes a las audiencias del tribunal de apelaciones, que decidirá si tiene derecho o no a su seguridad cuando está en Reino Unido. La audiencia es abierta y televisada. Durará al menos 48 horas.
Una vez más el duque de Sussex viajó en secreto desde California a Londres, a donde llegó el domingo. Nadie sabe exactamente dónde se aloja. No vio al rey Carlos, su padre, que descansaba en su residencia de Highgrove, tras su internación por efectos secundarios de su tratamiento de cáncer y antes de su viaje oficial a Roma hoy.
Pero, una vez más, la presencia de Harry en Gran Bretaña opaca la cobertura del rey Carlos y Camilla en Roma. Un caso que enfurece a la Corte porque ellos organizan el calendario de los Royals para que no se superponga con las actividades del rey.
El rey Carlos voló a Roma desde la base de la RAF Brize Norton el lunes por la tarde. En la capital italiana fue recibido por el presidente de ese país, Sergio Mattarella y su hija, Laura, en el palacio del Quirinale. Allí pasará sus 20 años de casado con Camilla y paseará por Roma.
Harry tiene un serio enfrentamiento con su padre y la reina Camilla, a quien se niega a ver. Tampoco se habla con su hermano William. Pero Kate, la princesa de Gales, está buscando una reconciliación entre ellos.

Según fuentes cercanas a los Royals, la reina Camilla ahora no tiene tampoco una buena relación con Kate y por consecuencia, con el príncipe William, en un clima que genera más tensiones en la hoy reducida corte de Windsor.
Harry teme por la seguridad de su familia
Harry es el primer Royal que se presenta ante un tribunal para defender su causa. La realeza teme esa exposición y parte de la audiencia será cerrada al público.
El duque de Sussex llegó solo a Londres porque considera que “es peligroso” traer a su esposa Meghan y a sus hijos, los príncipes Lilibet y Archie, al reino sin seguridad. Nunca especificó cuáles son sus miedos. Pero este martes lo acompañaba su guardaespaldas personal, Dave Langdown, un ex miembro de la policía Metropolitana británica. El revisó la sala antes del ingreso del príncipe.
Con un traje azul, una corta blanca y una corbata estampada, Harry llegó al tribunal de apelaciones serio, con custodia, sonrió y no respondió cuando le preguntaron “si había visto a su papá”.
Se sentó en la tercera fila del tribunal, detrás de su abogada, Shaheed Fatima, una musulmana sin la tradicional peluca que utilizan los abogados británicos en la corte. Su guardaespaldas se sentó detrás de él. La audiencia fue televisada y abierta.
La apelación
El duque de Sussex ha apelado una sentencia , que desestima su impugnación del nivel de protección policial que recibe en el Reino Unido. Su caso está siendo tratado ante tres jueces el martes y el miércoles.
Harry recibió protección de seguridad completa, con fondos públicos, hasta que se retiró de sus deberes reales y se mudó a Estados Unidos con su esposa Meghan en marzo de 2020.
Tras su partida, el Comité Ejecutivo para la Protección de la Realeza y las Figuras Públicas (Ravec), que ha delegado la responsabilidad de la seguridad real desde el Ministerio del Interior, decidió que no recibiría el mismo nivel de protección.
Sin embargo, Harry ha argumentado que su equipo de protección privado en Estados Unidos no tiene a la información de inteligencia del Reino Unido, necesaria para mantener a su esposa e hijos a salvo.

Harry es el segundo hijo del rey Carlos, quinto en la línea de sucesión al trono y en realidad es segundo porque los hijos del príncipe William son menores. No podrían asumir el trono si su padre es rey. Harry debería ser príncipe de Gales Regente.
Por lo tanto, desea tener a su nivel de seguridad anterior cuando se encuentra en el país. Pero quiere financiarla él mismo, en lugar de pedirle a los contribuyentes que paguen los gastos , tras su renuncia como miembro de alto rango de la familia real.
Otro elemento importante había en el Ravec, el Comité ejecutivo para Protección de la Realeza y Figuras Públicas. Entre sus se encontraban el secretario privado de su padre, entonces el príncipe Carlos, sin que el lo supiera, cuando existía un serio conflicto entre los Sussex y él.
La trastienda del conflicto por la custodia
La quita de la custodia se produjo después de la famosa Cumbre de Sandringham, con la reina Isabel muy enferma presente, cuando la familia real estableció las condiciones de la partida de Harry, le quitó sus rangos militares, lo despojó de su cargo de capitán del ejército cuando era un veterano de guerra de Afganistán y los rangos honorarios. Para Harry, una venganza.
La reina quería una resolución rápida de la crisis. El príncipe William comandó la batuta en esa reunión, a los gritos contra su hermano “Harold”, como él lo llama. Pero quien diseñó las estrategias y luego actuó en el Ravec fue el secretario privado del entonces príncipe Carlos, Clive Alderton. Harry no sabía que la Casa Real tenía un rol fundamental en ese organismo sino que lo creía conducido por el Ministerio del Interior y la Policía.
En esa cumbre estuvieron figuras clave de la realeza. Entre ellas Sir Edward Young, secretario privado de la Reina, Lady Susan Hussey, su dama de compañía principal; Clive Alderton, secretario privado del príncipe Carlos; Simon Case, principal asesor del príncipe William; y Fiona Mcilwham, secretaria privada del príncipe Harry.
La abogada del príncipe Harry considera que su caso “fue singularizado” y él fue “inferiorizado” ante la decisión.

Se cree que el rey y su hijo William también tienen opiniones diferentes sobre la decisión de Harry de continuar su batalla legal con el Ministerio del Interior, que hasta la fecha le ha costado al contribuyente británico 500.000 libras.
Harry ha estado emprendiendo acciones legales en el Reino Unido por la decisión tomada por el Comité Ejecutivo para la Protección de la Realeza y las Figuras Públicas (Ravec) en febrero de 2020 sobre el nivel de protección que debería recibir en el país. Perdió en primera instancia y va por la apelación.
Harry ha argumentado que sus hijos no pueden sentirse como en casa ni seguros en el Reino Unido, a menos que se restablezca por completo su protección policial.
Shaheed Fatima, la minuciosa abogada del príncipe
Shaheed Fatima KC es la representante legal de Harry. Una estrella para sus propios pares.
“Shaheed es una abogada de primera y una oponente formidable”, según Chambers and Partners.
“Shaheed es magnífica: extremadamente diligente y muy minuciosa”, detalló Legal. “Es fenomenal en todos los sentidos. Tiene un intelecto increíble y es una excelente abogada”, la describieron.
Ella presentó este martes sus argumentos en nombre del príncipe en la apertura de la audiencia, y busca demostrar hasta donde Harry fue subestimado en el tratamiento.
“Esta apelación se refiere al derecho más fundamental: la seguridad personal” dijo. "La seguridad (del príncipe Harry) no parece haberse abordado en ninguna reunión formal de Ravec y no existen notas oficiales ni actas detalladas que registren el enfoque que se adoptará respecto a su seguridad y sus fundamentos", continuó.
Afirmó que es un hecho aceptado que la decisión de febrero de 2020 del Comité Ejecutivo para la Protección de la Realeza y las Figuras Públicas (Ravec) de reducir su seguridad “no aplicó sus propios términos de referencia en la toma de decisiones”.
Afirmó que Ravec ideó un proceso "a medida", que no se aplica a nadie más. Pero Harry no acepta que "a medida" signifique "mejor". Ha sido "señalado con un trato diferente, injustificado e inferior", afirmó.
Su argumento no es que "tenga derecho automático" al mismo nivel de seguridad que tenía antes. “Pero debería ser considerado y estar sujeto al mismo proceso que cualquier otra persona que se considere para recibir protección, a menos que exista una razón convincente para lo contrario”, afirmó Fatima.
Evaluación del riesgo
Shaheed Fatima KC ha argumentado ante el tribunal que la falta de una evaluación de la junta de gestión de riesgos (RMB) para el príncipe Harry podría haber sido un error.
Argumenta que Ravec no contó con el análisis pericial necesario para considerar si debía recibir un trato similar al de quienes se encuentran en la categoría de "otras personalidades VIP".
El equipo legal de Harry presentó un argumento similar en los documentos presentados ante los jueces del Tribunal de Apelaciones. En los documentos, sus abogados afirman que aún no se le ha entregado un análisis de la RMB, "a pesar de los recientes incidentes de seguridad".
Los argumentos escritos hacen referencia a que Al Qaeda instó a "asesinar" al príncipe, en un documento que afirmaba que "el asesinato de Harry complacería a la comunidad musulmana". Por esas razones parte de la audiencia será cerrada.
Los documentos judiciales también destacan un incidente ocurrido en mayo de 2023, cuando Harry y su esposa Meghan "se vieron involucrados en una peligrosa persecución automovilística con paparazzi en la ciudad de Nueva York". Dicen que "no se presentaron cargos formales. Pero la investigación encontró un desprecio temerario por las leyes de tránsito y vehículos y un 'comportamiento persistentemente peligroso e inaceptable por parte de los paparazzi'".
La importante cita judicial del príncipe Harry se acerca unos días después del inicio de la investigación sobre su organización benéfica Sentebale, donde lo acusan la CEO la acusa de bullying para despedirla.