Valeria Márquez murió a los 23 años luego de recibir tres disparos fatales durante un directo de TikTok. Su caso conmociona a todo México, y el pedido de Justicia por el atroz crimen atraviesa fronteras. La Fiscalía del Estado de Jalisco está a cargo de la investigación, y los posteos de la influencer forman parte del material de análisis del caso.
La joven mexicana solía intercambiar mensajes con sus seguidores casi todos los días. Incluso tenía un grupo de difusión en Instagram, llamado "Amigas personales", con más de 6000 , a los que les compartía información, desde pensamientos, reposteos de otras influencers hasta avisos de los horarios en los que haría los lives.
Esta modalidad la utilizan varios artistas, que invitan a su comunidad a formar parte de su canal de noticias, y Valeria era muy activa en ese espacio virtual.

En una de sus últimas publicaciones había hablado de las rupturas amorosas, y había confesado: "Últimamente me estoy preguntando mucho por qué siempre me va mal; ¿seré yo el problema? No puedo ser yo, porque todo vuelve, y yo no hago mal a nadie".
"Me puse a analizar todo lo que me dada celos, y neta tengo problemas en la cabeza", había expresado otro día, en una especie de mea culpa acompañada del humor que la caracterizaba. Con complicidad hacia sus followers, solía compartir cómo se sentía.

El 3 de mayo, diez días antes del homicidio, había publicado un video de otra influencer, Laura Poblete, con un mensaje que decía: "Hubo un lugar donde quise quedarme, pero también tuve que irme: ahora en cada sitio vuelve esa sensación de querer huir, como si en ningún sitio pudiera realmente pertenecer".
Sin dudas el más escalofriante de los mensajes lo habría compartido un poco antes. El domingo 27 de abril subió una captura de un celular, con el horario 4:44, y la imagen de fondo de pantalla parece un presagio de lo que ocurriría dos semanas después: una joven abrazada por la muerte.

El "número ángel" 444 y su significado: el tatuaje de Valeria Márquez
La elección de ese horario que compartió, acompañado de la escalofriante representación de la muerte, también tiene un significado espiritual. Valeria tenía tatuada debajo de las costillas la secuencia numérica "444", que se asocia a la protección de seres divinos o ángeles.
Se suele utilizar cuando alguien siente que necesita apoyo espiritual, como una certeza de que sus ángeles de la guarda están cerca. Y también está vinculado al concepto de "manifestación", la creencia de enfocarse mental y emocionalmente en ciertos deseos para que se conviertan en realidad.

El número cobró preponderancia los últimos años porque empezó a ser difundido por distintas personalidades de las redes sociales, y también en la comunidad de artistas. Incluso el cantante Liam Payne, quien sufrió también una trágica muerte, tenía el mismo tatuaje.
Y otro detalle particular es que Érika, la joven que trabajaba en la estética donde todo ocurrió, y quien finalizó el directo luego de ser testigo del asesinato, tiene el mismo número en su perfil de Instagram: “444”, es lo único que se lee en su descripción.
Aquella fatídica transmisión en vivo ese martes 13 de mayo estuvo llena de "señales", o al menos movimientos extraños, y Márquez mencionó varias veces que quería irse del salón de belleza, como si algo la alertara de que estaba en peligro.
Cada una de sus palabras, círculo de amistades, relaciones, e incluso sus publicaciones, deberán ser analizados como evidencia, para determinar quién fue el autor intelectual del terrible arrebato de su vida.
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