A veces no hace falta irse tan lejos para encontrarse con paisajes que parecen de otro planeta. En la provincia de Buenos Aires, a pocas horas de CABA, hay verdaderos paraísos naturales donde reina el silencio, el aire puro y el canto de las aves. Son rincones que conservan la belleza original del territorio, como si el tiempo se hubiera detenido para que la flora, la fauna y la historia se mantengan vivas.
Cada una de estas reservas protege un ecosistema distinto. Algunas están junto al río, otras en la costa, y hasta hay lugares donde podés ver huellas humanas de hace más de siete mil años. Si estás buscando una escapada que te renueve el cuerpo y la cabeza, tomá nota de estas joyitas naturales que te esperan en Buenos Aires.
A solo un rato en auto desde el centro de Pilar, esta reserva es perfecta para una escapada de fin de semana. Son casi 300 hectáreas donde podés caminar por senderos rodeados de ceibos, sauces criollos y alisos de río. El aire huele a naturaleza viva y el sonido de más de 60 especies de aves acompaña el recorrido. Tanto de día como de noche, es ideal para hacer caminatas y reconectar con lo simple.
Este lugar parece sacado de una película de ciencia ficción. Ubicada en la costa sur de la provincia, es una de las pocas reservas del país donde podés ver restos de mega mamíferos extintos y huellas humanas que tienen más de 7 mil años. Las dunas, los espejos de agua temporarios y la vegetación costera arman un escenario alucinante. Es una visita obligada para los amantes de la historia, la geología y los paisajes raros.
Mar Chiquita tiene algo que no se ve todos los días: una albúfera. Es un tipo de laguna costera separada del mar por un cordón de arena, donde el agua salada y dulce se mezclan creando un ecosistema único. Por eso la UNESCO la declaró Reserva Mundial de Biosfera en 1996. Es uno de los lugares con más diversidad de fauna en la provincia, ideal para sacar la cámara, observar aves o simplemente perderse en la inmensidad del paisaje.
A pocos kilómetros del centro de La Plata y muy cerca del conurbano, se esconde esta reserva entre los partidos de Ensenada y Berazategui. Es una de las más importantes para el avistaje de aves de la provincia, con juncales, pastizales y un entorno selvático que no te esperás. Además de las visitas guiadas para escuelas y universidades, hay recorridos turísticos tanto de día como de noche. Es un lugar accesible, educativo y sorprendente, ideal para visitar en fin de semana.
La Reserva Natural del Pilar es ideal para caminatas entre ceibos, aves autóctonas y humedales ribereños. Foto: Gobierno de Pilar.
Descubrí la albufera de Mar Chiquita. Foto: Instagram @turismo.marchiquita.
