Cuando se acerca un feriado largo, la idea de hacer una escapada, aunque sea por un día, empieza a sonar tentadora. Y si la propuesta incluye aire libre, paisajes con lagunas y comida rica sin tener que manejar muchas horas, mejor. A poco más de una hora de la Ciudad de Buenos Aires, Adela aparece como ese destino ideal que pocos conocen, pero que sorprende a quienes lo visitan.
Ubicada dentro del partido de Chascomús, esta pequeña localidad combina paz de campo con postales naturales únicas. Con sus dos lagunas como protagonistas, ofrece planes simples y relajados: pesca, caminatas tranquilas, un buen pícnic al sol o simplemente sentarse a disfrutar de la vista. Todo eso con un toque de historia y una pulpería legendaria que sigue siendo parada obligada.
Adela: el pueblito que tiene una de las lagunas más importantes de Buenos Aires
El mayor tesoro de este pueblito es, sin dudas, su conexión con el Sistema de Lagunas Encadenadas, un conjunto de espejos de agua conectados entre sí por pequeños cursos. La Laguna Adela, la más cercana al corazón del pueblo, es perfecta para quienes buscan un rato de calma. Poco profunda y rodeada de vegetación, es hábitat de muchas especies de aves y de pejerreyes, que atraen a los pescadores.
La otra, la Laguna del Burro, se encuentra justo al costado de la Ruta 2 y está mejor equipada para el turismo: tiene campings, clubes de pesca y opciones para deportes náuticos. Es una buena alternativa para quienes buscan pasar el día cerca del agua con un poco más de movimiento.
Más allá del paisaje, Adela también tiene su encanto en las calles de tierra, las casas bajas y esa sensación de que el tiempo no corre. La vieja estación de tren todavía está en pie, como testigo de otra época. Pero lo que se lleva todas las miradas es su famosa pulpería, un restaurante de campo que conserva el espíritu de los boliches antiguos.

Según cuentan los vecinos, Carlos Gardel solía parar ahí en sus visitas a la zona. Hoy, el lugar sigue funcionando y sirve platos bien criollos, con parrilla, guisos y unas milanesas con fritas que valen la pena el viaje. Es uno de esos sitios donde se come rico, abundante y con ese sabor a tradición que ya no se encuentra en cualquier lado.
Cómo llegar a Adela
Una de las grandes ventajas de este destino es que no hace falta organizar un viaje largo ni gastar una fortuna en traslados. Adela está lo suficientemente cerca como para ir y volver en el día, pero también lo bastante alejada como para sentir que estás lejos del ruido y el cemento.
- En auto: saliendo por la Autopista Buenos Aires-La Plata y luego tomando la Ruta 2 hacia Mar del Plata. A la altura del km 126, después de pasar Chascomús, está el . Hay que tener en cuenta que hay dos peajes: Hudson y Samborondón.

- En transporte público: se puede tomar el Tren Roca desde Constitución hasta Alejandro Korn y ahí hacer combinación hasta Chascomús. Desde la estación, se puede continuar en colectivo local o taxi.
Adela es ese tipo de pueblitos que no aparece en los grandes rankings turísticos, pero que se gana el corazón de quienes lo descubren. Tranquilo, auténtico y con mucho verde, es perfecto para cortar con la rutina sin alejarse tanto.
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