Cuando la nevada mortal cae sobre Buenos Aires y los personajes de "El Eternauta" deben sobrevivir en un paisaje desolado, no solo la historia atrapa: los autos que aparecen también capturan la atención de los fanáticos del fierro. La serie protagonizada por Ricardo Darín, ambientada en una Argentina distópica, muestra diferentes modelos de autos viejos.
Aunque la historieta original de Oesterheld se publicó a fines de la década del 50, el salto temporal que propone esta serie de Netflix le permitió al equipo artístico incorporar verdaderas joyas de la industria automotriz y mostrarlos como autos viejos.
Autos viejos que aparecen en "El Eternauta"
Ford Taunus
Este mediano producido por Ford en su planta de General Pacheco entre 1974 y 1984 supo destacarse por su combinación de confort y diseño europeo. La versión fastback coupé más estilizada y deportiva, fue exclusiva del mercado argentino en su segunda generación.
Mecánicamente, ofrecía motores nafteros de 2.0 y 2.3 litros, este último con hasta 133 caballos de fuerza en las versiones GLX y Ghia. Con tracción trasera y opción de caja manual de 4 o 5 marchas, o incluso automática, el Taunus fue sinónimo de estilo en una década difícil.
Renault 12 Break
Pensado para las familias y también para el trabajo, el Renault 12 Break fue uno de los modelos más prácticos y confiables de su época. Con un motor naftero de 1.4 litros que ofrecía hasta 75 CV y una caja manual de 4 o 5 marchas, esta rural se convirtió en una aliada del día a día.
Su baúl de más de 500 litros, expandible al rebatir los asientos traseros, y su robustez mecánica la volvieron un clásico tanto en ciudad como en rutas del interior. En "El Eternauta", su presencia evoca la cotidianeidad interrumpida por el horror.

Ika Estanciera
Inspirada en la Willys estadounidense, pero adaptada a la realidad argentina por Industrias Kaiser, la Estanciera fue pionera entre los vehículos multipropósito. Producida entre 1957 y 1970, ofrecía versiones con tracción trasera o integral, y un chasis preparado para bancarse cualquier terreno.
Los modelos más potentes contaban con el famoso motor Tornado de 3.8 litros y 133 CV. Su uso era típico de productores rurales, estancieros o familias que buscaban una camioneta dura y confiable. Verla recorrer una ciudad en ruinas en la serie tiene sabor a historia viva.
Citroën Méhari
Con su diseño atípico y una carrocería plástica que desafiaba las reglas, el Citroën Méhari fue uno de los autos más originales que se fabricaron en el país. Basado en la mecánica del 3 CV, ofrecía un motor bicilíndrico de 602 cc y apenas 32 CV, pero su bajo peso (menos de 600 kg) le daba agilidad y autonomía.
Era el preferido de jóvenes, turistas y quienes vivían en zonas costeras o rurales. En la serie, su presencia es símbolo de libertad en medio del caos.

Torino
Diseñado por Pininfarina y producido por IKA y luego Renault, el Torino fue mucho más que un coche: fue una declaración de identidad nacional. Con su potente motor Tornado de seis cilindros y hasta 215 CV, versiones como la TS, GS o la legendaria 380W lo hicieron brillar en las rutas argentinas.
La consagración llegó con su participación en Nürburgring en 1969, y desde entonces quedó grabado como “el auto argentino” por excelencia. Verlo circular en "El Eternauta" es un homenaje a esa gloria mecánica que todavía emociona.
Ford F-100
Producida durante más de tres décadas en General Pacheco, la Ford F-100 fue el caballo de batalla de generaciones enteras. Con motores de seis cilindros en línea, versiones diésel como el Perkin 4.203, y transmisiones de hasta 4 marchas, esta pickup conquistó el campo, la industria y el corazón del trabajador argentino.
Su robustez, simpleza mecánica y resistencia la hicieron inmortal. En la serie, aparece como símbolo del esfuerzo y la resiliencia en tiempos extremos.
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