Aunque ya en los últimos años Antonela Roccuzzo (37) se ha ganado su lugar en el mundo de la moda, habiéndose convertido en la cara de reconocidas marcas de todas partes del mundo, lo cierto es que poco y nada se sabe de su punto de vista, ya que siempre es muy reservada.
La esposa de Lionel Andrés Messi, con quien comparte a sus tres hijos - Thiago, Mateo y Ciro -, dio un nuevo paso en su carrera y brindó su primera entrevista para un importante medio de moda, que significó un hito en la búsqueda de encontrar su lugar en la industria.
Antonela se convirtió en la portada de la reciente edición de Vogue para México y Latinoamérica, a quienes les abrió las puertas a su lado más personal, detrás de aquellos 40 millones de personas que la siguen en Instagram.
“Acá, nerviosa”, fue lo primero que dijo Antonela apenas arrancó la entrevista, que marcó una charla genuina y cercana, con una mezcla de timidez por este nuevo desafío.
A lo largo de la nota, Roccuzzo habló sobre cómo está rompiendo sus propias barreras, descubriéndose a sí misma más allá del rol de “esposa de...” y madre. “Ahora todo esto es nuevo para mí. Es de a poquito ir animándome. Estoy en ese aprendizaje conmigo misma”, confesó.

Fiel a sus raíces, Antonela remarcó que nunca perdió el acento rosarino ni las costumbres argentinas. “Nunca dejamos de tener nuestras raíces muy adentro”, dijo, y contó que el asado familiar de los domingos es de las cosas que más extraña.
De hecho, ahora que están más cerca del país, itió: “Cada vez que podemos nos vamos a Rosario, no soltamos”.
Por otro lado, la esposa de Messi recordó lo duro que fue irse a España de tan chica, sin amigas ni familia, en un momento en que no existía la conexión digital que hay hoy: “Creo que fue crecer o crecer y buscarse la vida”. Y agregó, ya desde el lugar de madre, una reflexión íntima: “Si Thiago me dice que se va, no sé qué haría”.
La rutina ocupa un lugar central en su vida. “Me cuesta salir de la rutina, es importante para mí mantener un orden en casa; si no, es difícil con los chicos. Al final, gira todo en torno a ellos”.

Y, a pesar de estar casada con el mejor jugador de fútbol del mundo, no dejan de ser una familia normal. Esa normalidad que tanto valora se refleja en los hábitos cotidianos: tardes dedicadas exclusivamente a sus hijos, descalzos por la casa, jugando, yendo al colegio o a pijamadas.
“Somos una familia supernormal, muy unida. Somos un equipo y hay que ir para adelante apoyándonos entre todos. Quiero que mis hijos tengan buenos valores, que sean respetuosos con las personas, que valoren las cosas… Es fundamental que sepan que no somos más que nadie e intentamos transmitirles los códigos de nuestros padres”, resumió.
También habló sobre cómo cría a sus hijos en un mundo atravesado por redes sociales y discursos de género.
“Para mí lo importante es que ellos entiendan que tienen que respetar a todo el mundo. El respeto es lo más importante. Es real que tengo tres nenes pero creo que hay que hablar, en casa charlamos mucho, para mi la comunicación es importantísima”, dijo, destacando que no tienen redes sociales aún y que prefiere que todo “llegue lo más tarde posible”.

Sobre su propia exposición digital, fue categórica: “Me lo tomo con mucha responsabilidad. Hoy las redes son un poco peligrosas, muchas chicas y chicos viendo a sus ejemplos a seguir... entonces elijo compartir lo que es real”.
Cuando le preguntaron si sentía que estaba viviendo “su” momento, Antonela no lo afirmó, pero sí aceptó que algo cambió: “No sé si es mi momento ahora, pero quizás sí me siento más libre. Yo estaba en el rol de acompañar porque también mis hijos eran chiquitos . Mis hijos que eran chiquitos y mi prioridad era estar con ellos en casa. Ahora están más grandes, no tengo tanta culpa y me dan más ganas de hacer cosas nuevas. Me siento más libre y con más ganas de aprovechar las oportunidades que van surgiendo”.
Por ese motivo, en los últimos meses, Antonela comenzó a hacer nuevas campañas, colaboraciones con marcas y a participar cada vez más en eventos internacionales, siempre con un perfil bajo pero firme.

Sin embargo, lo que nunca cambió y sigue siendo su cable a tierra es el entrenamiento. “Soy muy positiva pero obvio que tengo mis días, a veces yo también digo que no puedo más. Para serte sincera, mi cable a tierra es entrenar y tener una vida activa, eso me equilibra. Si tengo un día que no entreno, que no pude hacer mi rutina, ese día yo voy a estar un poco más cruzada. La salud mental es importantísima, para estar bien y positiva”, itió.
La actividad física no solo es una rutina, sino un espacio personal vital para mantener el equilibrio emocional. Su preferido: el power jump, una intensa rutina sobre trampolines que realiza con amigas.
También confesó su fanatismo por la lectura, especialmente las sagas de fantasía, y que fue fan de Harry Potter desde chica.

“Ahora todo es nuevo para mí, todos los proyectos que estamos armando son todo un tema para mi. Entonces es ir de a poquito sacándome el miedo que me daba antes. Ahora Leo me está acompañando un montón, le cuento que me está saliendo una oportunidad y él me aconseja. Es de un lado y del otro”, aseguró.
Mirá también
Mirá también
Newsletter Clarín
Recibí en tu email todas las noticias, coberturas, historias y análisis de la mano de nuestros periodistas especializados
QUIERO RECIBIRLO