En 1985 Natalia Oreiro tenía ocho años y no sabía lo que representaba entrañas adentro irse, ser inmigrante. Lo supo un año después, cuando la familia viajó a Málaga a probar suerte desde Montevideo.
En España otra vez, premiada por Santa Evita y mientras no se deja de hablar de Argentina, 1985, todo parece conectarse y mezclarse en el recuerdo, el peso de aquella primera valija, la vuelta a Uruguay dos años después, a la casita de la abuela Hilda, en el Cerro de Montevideo. "Nací en plena dictadura militar, imaginate cómo me conmueve la película y qué necesaria me parece", dice y sobreviene el nudo.
"A todos nos debería atravesar, ¿no">Periodista y Licenciada en Comunicación, es parte de la redacción de Clarín desde 2001. Trabajó en Radio Mitre, Rivadavia y La Red. Tiene publicado un libro con 300 horas de entrevistas a ídolos de Boca Juniors ("Desde el alma", Capital Intelectual). Recibió un premio ADEPA en la categoría Información General y Espectáculos por el especial "Los 100 años de la radio". [email protected]
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