Así como durante el Festival de Cannes hay gente que se levanta a las 7 de la mañana para estar listo para las proyecciones que arrancan a las 8:30 en punto, están los que prefieren la noche, las galas, las alfombras rojas, los reflectores y tener, ahí cerca, a las estrellas.
El viernes por la noche, cuando caían unas gotas desde el cielo eso sucedió en el ingreso al Grand Thèâtre Lumière, cuando Bono se hizo presente y el público estalló. El motivo del arribo del cantante de U2 (ya aclarará él que no es el único líder de la banda irlandesa), fue la première precisamente de Bono: Stories of Surrender, el documental producido por Brad Pitt que pone en imágenes su libro de memorias.
Pero el rock y la política se dieron de la mano. El cantante irlandés caminó por la alfombra roja junto a The Edge, su fiel guitarrista, y Ali Hewson, su esposa, antes de que en las escaleras se le uniera su viejo amigo Sean Penn… que no había ido solo. El actor de Mystic River estuvo acompañado por siete soldados ucranianos, que llegaron a dar testimonio del conflicto con Rusia.
Uno tenía una pierna ortopédica, otro llevaba un parche en un ojo.

"No fue ésta la primera vez que Bono hace de las suyas en el a la Sala Lumière. En 2007, antes de que se proyectase U2 3D, la banda irlandesa tocó tres temas allí mismo.
Cómo es su documental "Surrender" y cómo verlo
Bono está la casi hora y media que dura el filme de Andrew Dominik (Blonde) sobre un escenario, en la 74 y Broadway, en Nueva York. Y como él mismo lo define, está haciendo “el tour de su libro”.

El recinto es pequeño, y dista mucho, muchísimo de los lugares, los estadios abiertos donde suele presentarse con The Edge, Larry Mullen Jr. y Adam Clayton.

Rodada prácticamente en blanco y negro, como el excelente documental U2: Rattle and Hume (1988), de Phil Joanu, Surrender es comparable al documental que está preparando Robert De Niro sobre su padre, Bob. Curiosamente el padre de Bono también se llamaba Bob, un tenor que nunca creyó demasiado en su hijo músico hasta que éste le contó que Pavarotti quería que él, Bono, le escribiera una canción.
Bono y el origen de muchos de sus hits
La unión, los lazos más que la devoción de Bono con su figura paterna recorre buena parte del filme. Para los fans de U2, hay un link directo a la creación, y el porqué del nacimiento de varios de los hits de la banda, que Bono canta acompañado por tres músicos (violoncello, arpa/teclados y percusión).
Y así descubrimos el origen real de Sunday Bloody Sunday, de Where the Streets Have No Name, Pride, Desire, Beautiful Day o With or Without You, por nombrar un puñado, y de las que Bono canta algunos fragmentos.
De tono intimista, pero bien acorde al reconocido ego del cantante, el filme se sigue con atención en todo momento, no tiene un solo bache y demuestra que el trabajo previo a la grabación del concierto/relato ha sido minucioso.

"Cuando te convertís en un personaje público, con un poco de pose y una gran boca irlandesa, podés caer en la caricatura", dirá Bono.
Coproducido por Plan B, de Brad Pitt, y Apple TV+, el 30 de mayo Surrender ya va a estar disponible en esa plataforma.
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