Redacción Clarín
Sabemos de memoria cuáles son los cuidados para exponerse al sol y también de los riesgos de no hacerlo. Pero, muchas veces -con vacaciones extra reducidas y tiempo inestable o una sensación térmica que invita a quedarse en el agua- las precauciones pueden ser insuficientes y los resultados de las distracciones quedar a la vista esa misma noche o a la mañana siguiente.
En vez de lamentarse, en ese momento lo mejor buscar una solución y, para la próxima vez, no abandonar la tarea de embadurnarse con el protector adecuado a tu tipo de piel.
¿Qué hacer entonces?