El potencial exportador de la minería hoy emerge como uno de los tres principales del país en pocos años: según estimaciones de la Cámara Argentina de Empresas Mineras (CAEM) podría rondar los 15.000 millones de dólares por año hacia 2031, sólo computando los proyectos que están hoy en carpeta.
De concretarse, representaría un salto que multiplicaría por más de tres las exportaciones actuales, que totalizaron US$ 4.600 millones en 2024.
También podría haber un importante cambio en el tipo de minerales que pasarán a liderar la producción, con el cobre y el litio desplazando del podio al oro y la plata, que hoy justifican la mayor parte de las exportaciones del sector.
El año pasado, la minería dio empleo a unas 100.000 personas, entre puestos de trabajo directos e indirectos, según estimaciones de CAEM.
Otra agrupación empresaria, la Cámara Argentina de Proveedores Mineros (CAPMIN), estima que sólo en los últimos seis meses en este sector se sumaron entre 30% y 35% más de empresas pequeñas y medianas como proveedoras de las grandes mineras.
Sobre estos temas trató el encuentro “Arranca una nueva era en la minería” del cual participaron Roberto Cacciola, presidente de CAEM; Manuel Benítez, presidente de CAPMIN; y Mario Belardinelli, socio líder de Minería en KPMG Argentina.
La charla, moderada por los periodistas Daniel Fernández Canedo y Carolina Amoroso, formó parte del ciclo anual Visión 360° de Clarín, una serie de encuentros entre directivos de empresas, funcionarios, referentes sociales, emprendedores y expertos, sobre los retos que enfrentan las compañías en el país.
El ciclo cuenta con el apoyo principal de DESA, Telecom y OSDE, además del sponsoreo de Afarte y Pan American Energy. Esta charla fue auspiciada por Río Tinto y CAEM.
Inversiones
Las inversiones que necesita el sector para los próximos años se calcularon en US$ 33.309 millones; muchas de ellas vendrían de la mano del RIGI (Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones). Son 11 los proyectos en etapa de ampliación, 3 en construcción y 8 en factibilidad, estos últimos los más avanzados.

“El cobre es la vedette, si se lo quiere llamar así, porque cada proyecto de cobre representa una inversión mínima de 3 mil millones de dólares”, detalló Cacciola, de CAEM. “Si hablamos de litio, que está instalado y que está caminando, hablamos de inversiones de 600 a 1.000 millones de dólares, pero en el caso del cobre llegamos a inversiones hasta de 7 mil millones de dólares en un proyecto que ya está más o menos diseñado. En nuestra opinión en el corto plazo va a haber más presentaciones y diría que el año fuerte del despegue va a ser 2026”.
Un paso clave para las inversiones fue la sanción del RIGI, según Cacciola. “El RIGI cae en un momento especial. A partir de la sanción del RIGI en Argentina se instalaron jugadores de primer nivel, el caso de BHP o de Rio Tinto con mucha más fuerza. Hay cambios institucionales que hacen ver que Argentina va hacia una inversión fuerte en minería, fundamentalmente en cobre”.
En cuanto a los proveedores, Manuel Benítez, de CAPMIN, señaló que hay muchas pymes que se están radicando en los proyectos mineros. “En los últimos seis meses han aparecido un 30% a 35% de compañías nuevas. Estamos viendo un crecimiento de empleo en las empresas proveedoras, con ejemplos que apuntalan nuestro optimismo”.
Enumeró: “Yo diría que hay ocho proyectos de cobre que van a tener vida si hacemos las cosas bien. Hay cinco en San Juan de clase mundial. En Salta está el proyecto Taca Taca acelerando su trabajo. En Catamarca está el proyecto de Minera La Alumbrera y Agua Rica (MARA), un proyecto de 25 años muy interesante de Glencore, una compañía que también es dueña de El Pachón en San Juan. Y en Mendoza, una provincia donde estaba suspendida en la producción minera, hay tiene varios proyectos en recuperación. Se han aprobado alrededor de 36 hace poco tiempo, incluido Proyecto San Jorge (en el departamento de Las Heras) que hace muchos años estaba parado y ha acelerado sus posibilidades de trabajo en poco tiempo”.
Cada uno de estos proyectos, apuntó Benítez, representan el desarrollo de una cadena de valor. “Estamos en el mejor lugar, en el mejor momento, el mundo está mirando a Argentina, volviendo a confiar en las posibilidades de nuestro país. Para que funcione depende de nosotros, tanto de lo público como de los actores privados. Hemos visto algunos gestos muy interesantes como la constitución de la Mesa del Litio y la Mesa del Cobre. Y si nosotros hacemos las cosas bien, no van a alcanzar los proveedores que hoy tenemos para cumplir con las demandas que la minería tiene. La demanda de un proyecto minero cuando comienza a caminar es urgente, pide urgente contestación con protocolos serios, con confiabilidad, tiempos a cumplir y seriedad en lo que tenga que ver con la sofisticación del proveedor minero. Argentina tiene una matriz de operadores mineros muy interesante. Va a haber trabajo para todos si hacemos las cosas bien. Hay inteligencia para hacerlo, hay capacidad para hacerlo y depende de nosotros”.
Exportaciones
Mario Belardinelli, de KPMG, apuntó que hasta hace unos años atrás la minería “era medio mala palabra” y hoy la sociedad tiene un nivel de aceptación “de más o menos un 60% a 70%” respecto de lo que es la minería.

“Más allá de las señales que han dado las compañías mineras y la industria en general, creo que los mensajes que van desde el sector público y privado hacia la sociedad han también ayudado mucho a cambiar esa percepción”, apuntó el consultor. “Está la afectación de las poblaciones cercanas a la operación de la mina. Por otro lado, también permite el desarrollo de comunidades: se le da a educación, se profesionaliza la gente, con lo cual el movimiento dentro de los sectores es sumamente importante y las comunidades lo están valorando. Todo este movimiento es muy positivo y muy ascendente para poder lograr un despegue de la minería”.
Con respecto a las nuevas tendencias dentro del sector, Belardinelli explicó que el cobre es fundamentalmente para electromovilidad y todo lo que esté vinculado con inteligencia artificial. “En un proceso de transición energética como el que estamos resulta un mineral crítico. Lo mismo diríamos con el litio, pero en el caso del cobre es clave para es conductividad, todo lo relacionado a generación y transmisión de datos”.
Cacciola apuntó que hay una posibilidad “muy cierta” de que en un plazo de seis, siete años “tengamos cinco proyectos de cobre en producción” y se incremente la participación del litio. “Veremos qué pasa con el oro y la plata que, si bien tienen precios excepcionales, estamos en caída en cuanto a producción”, apuntó.
En cuanto al escenario de mediano plazo, Cacciola señaló que hoy Chile, eh hoy produce 5,2 millones de toneladas de cobre anuales y Perú, con 3,5 millones, es el segundo productor. “Argentina, sólo con los proyectos que hoy están en danza, que podrían estar en producción a pleno entre 2031 y 2032, va a estar en un nivel por encima 1,2 millón de toneladas de cobre, que significaría pasar de no estar en ningún lugar de la tabla mundial a ser el cuarto productor de cobre del mundo. Hoy Argentina exporta e por todo concepto de minerales, con cifras de 2024, 4.600 millones de dólares. Nosotros estimamos que para 2031 o 2032 podríamos estar en una cifra superior a los 15.000 millones de dólares con el cobre, con el crecimiento del litio y mientras no se nos caiga el oro y la plata”.
Impacto social
“Todo ésto significa muchos proveedores, mucho trabajo y desarrollo, mucha tecnología, con inteligencia artificial aplicada a la minería, lo cual va a ser fabuloso en términos de baja de costos y cuidado del medio ambiente”, destacó Benítez. Está el uranio, otro mineral que el mundo está demandando como mineral crítico. En América Latina hay dos plantas nucleares en México, dos en Brasil y tres en Argentina, y nosotros importamos 100% del uranio. Lo mismo pasa con el cobre, donde no producimos desde 2018, salvo muy poco a nivel artesanal. Hoy Argentina no tiene una mina de cobre trabajando. En litio, Argentina tiene una posibilidad de generar trabajo rápidamente y lo ha hecho, con la baja de litio de 80.000 a 10.000 dólares la tonelada paró un poco, pero todos estamos esperando que suba. Hay cuatro proyectos trabajando en este momento en salmuera, donde Argentina tiene la segunda reserva del mundo. Ha habido un desarrollo en muy poquito tiempo y tenemos un horizonte hacia adelante”.

Belardinelli, desde KPMG, apuntó el trabajo que el sector vino realizando en cuanto a sustentabilidad. “En la Argentina se ha estado trabajando muy fuertemente, sobre todo durante los últimos años. Hoy no se concibe una minería si no está atada a cuestiones de sostenibilidad, donde no sólo se entiende el cuidado medioambiental o la restauración de suelos, sino también la relación con las comunidades y el desarrollo de los proveedores locales, lo que se puede agregar en la cadena de valor. Hoy la minería está muy comprometida con todo lo que es sustentabilidad”.
En cuanto al potencial como sector empleador, Benítez puso el acento en el rol de los proveedores locales.
“Cuando nosotros hablamos de de una mina, desde el principio de ese proyecto el explorador que tiene que llegar a ese lugar tiene que contratar a alguien que le haga la ruta, el camino, la huella minera, el equipo de agua potable, la construcción civil, la alimentación de ese grupo de ingenieros o geólogos, trabajadores o técnicos que van. En toda esa cadena está el proveedor minero, quien es que el que mejor conoce la mina”, detalló Benítez. “La Argentina ha evolucionado muy poco tiempo, ya que no es un país minero. El desarrollo comenzó en los años 90, cuando vinieron los grandes proyectos como Cerro Vanguardia o Minera La Alumbrera e FMC Lithium en términos de litio, que fue el primer proyecto de litio en el país. El proveedor minero está obligado a tener muy buena calidad, muy buen cumplimiento de los tiempos, un buen compliance que pueda competir en términos de lo que significa la exigencia de tener una producción minera. Eso implica ciencia, cuidado del medio ambiente, cumplir con los protocolos y parámetros más modernos que hay en el mundo. Y Argentina lo ha aprendido y hoy exporta esos servicios, ya que los proveedores no sólo trabajan con las minas argentinas sino que exportan a Perú, Chile y Uruguay. Incluso empresas de primer nivel como Codelco tienen proveedores argentinos. Esa es nuestra idea, seguir produciendo. También tenemos una industria metalúrgica de primer nivel, en Santa Fe, Córdoba y en otras provincias que le están vendiendo a los proyectos mineros. Cuando esto empiece a desarrollarse, se va a extender y generar trabajo en los tres anillos, como decimos nosotros: el primer anillo es donde está la mina, el segundo es la la provincia, que es la dueña de los recursos, y el tercer anillo es el país”, concluyó.
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