Boca sigue camino en el Torneo Apertura y ahora espera en cuartos de final al ganador del choque entre Independiente e Independiente Rivadavia. Logró la clasificación en la tanda de penales, la primera de los octavos, y quedó en deuda, otra vez, con su juego. El partido fue bastante pobre, con pocas chances para ambos y un final lleno de incertidumbre, y desde los doce pasos el local fue más efectivo.
Boca jugó al prende y apaga. Arrancó encendido, se durmió una siesta de 20 minutos, se despertó y se volvió a dormitar. La irregularidad en el año que alejó anticipadamente a Fernando Gago tras la derrota frente a River, se mantuvo en este partido decisivo de octavos de final. El plus, su protagonismo en la Bombonera. De los 8 partidos en la fase de grupos empató el primero y ganó los siguientes 7: sigue invicto en el año.
Lanús jugó al ritmo de los equipos de Mauricio Pellegrino: ordenado, lento, ocupando espacios sin arriesgar demasiado y esperando recuperar alguna pelota para lastimar en el área local. Cada vez que Boca apagó la luz, aprovechó para generar alguna jugada de peligro. Cada vez que al equipo de Herrón se le prendía las luces, sus jugadores marcaban con tanto énfasis que abusaron del juego brusco. Así, Méndez, que en diez minutos hizo dos faltas, atendió al chileno Palacios, que ya no fue el mismo.
Fueron escasas las situaciones de gol en la etapa inicial. Lo tuvo Boca a los dos minutos con un centro de Velasco, un toque de Merentiel y la pelota pasó por delante del arco. A los 25 minutos fue la primera llegada visitante, un lateral desde la izquierda al área, una peinada, tocó Salvio y se fue apenas desviada. Walter Bou reclamó que lo estaban sujetando, pero no hubo llamada desde el VAR.
Justo a la media hora, Boca recuperó energías y fue otra vez, por un ratito, dueño del partido. Construyó la mejor jugada colectiva, pisando el área a puro toque, con un pase atrás que llegó a cortar Izquierdoz. A los 36 minutos, Lanús quedó mal parado, Velasco salió rápido de contra con dos compañeros libres, Palacios por izquierda y Merentiel encarando el área pero la pelota terminó en Marcich, de gran partido en Lanús. Un rato después, tras un centro de Palacios, salvó de cabeza Ronaldo de Jesús. Hubo una más en el final: un remate de Ramiro Carrera, la pelota iba al ángulo y Marchesín la sacó al córner.
No cambió demasiado el panorama en el segundo tiempo. Cuando el local se apagaba, se encendía la hincada al grito de “Movete, Xeneize, movete”, una clara reacción a lo que estaba pasando en el campo de juego. Se animó Blondel, a los 11 minutos, desde la mitad de la cancha, porque lo vio adelantado a Losada y la pelota se fue apenitas por arriba del travesaño.
Herrón apostó por el triunfo con el ingreso de Milton Giménez por Velasco para acompañar a Merentiel y tener más peso en el área rival. Y a los 28 minutos, mandó a la cancha a Exequiel Zeballos por Zenón. Velocidad y potencia, la fórmula para seguir en camino. Era una idea, que funcionó poco: un buen centro desde la izquierda y un remate que sacó Losada. El arquero de Lanús justo unos minutos antes había sacado al córner otro remate de Blondel. Fueron las únicas que tuvo Boca para ganar.
Mientras desde los cuatro costados les pedían a los jugadores “un poco más de huevos”, Lanús no se apartó de su manual y aprovechó las lagunas y el nerviosismo del local para evitar llegar a los penales. Marcelino Moreno tuvo una chance única desde el punto penal y, a pesar de su enorme calidad, el remate rebotó en Rojo. Ya no tuvo otra así.
Con el pitazo final, la Bombonera se transformó en una olla a presión. Tras los insultos a los jugadores, llegaron los cantos contra la comisión y después el que “se vayan todos”. Sin embargo, a la hora de los penales, todos se unieron en el grito de aliento para el equipo. Fue el único momento en que los futbolistas no defraudaron.
La primera atajada de Marchesín a Canelo terminó siendo clave porque cambió todo y más tarde fue Dylan Aquino el que erró su remate y despejó la niebla. En Boca marcaron los cuatro goles, dos de ellos señalados por Giménez y Zeballos, las apuestas de Herrón.
Milton Giménez ya marcó el penal que sentenció la tanda de penales. Foto: Juano Tesone.
La expresión de los jugadores de Boca tras el triunfo por penales ante Lanús. Foto: Juano Tesone.
