Real Madrid revive en la Champions League: le ganó al Atalanta y el argentino Mateo Retegui se erró un gol insólito sobre la hora

En los peores momentos aparecen los mejores jugadores. Y cuando el Real Madrid transitó por la duda, Vinicius y Bellingham comandaron la respuesta del campeón en Bérgamo, donde dieron un paso adelante para sacar al equipo del borde del abismo en la Champions League para salir vivos del desafió que planteaba el Atalanta de Gian Piero Gasperini, que tuvo el empate en la última jugada con el argentino Mateo Retegui.

La estadística marcaba la previa. Los números del Atalanta metían miedo. No perdía desde septiembre, líder de la Serie A, invicto en 'Champions' y Retegui casi logra la épica. Pero cuando el Real Madrid se pone delante, hay que matarlo dos veces. Mbappé avisó con su gol a lo 10 minutos que el conjunto español tenía los argumentos. Vinicius y Bellingham, en la segunda mitad, certificaron y le avisaron a Europa que el campeón está muy vivo.

Y eso que por un momento el Real Madrid volvió a ver fantasmas. Mbappé se lesionó en el minuto 35. El empate "tano" al borde del descanso amenazó con remontada... Todo lo que hicieron bien los de Ancelotti en la primera parte, especialmente en los primeros 20 minutos, se venía abajo en el último suspiro.

Fue un penal de Tchouameni en el tiempo adicionado de ese primer acto lo que le volvió a colocar en el centro del huracán. Elegido otra vez por delante de Asencio, comprometió con esa acción una buena actuación colectiva. Un buen inicio que Mbappé aprovechó para redimirse, para reconectarse consigo mismo. La lesión que le impidió continuar le volvió a frustrar en un gran escenario en el que tenía todo de cara.

Por fin se vio un Real Madrid a la altura de lo que se espera para un campeón de campeones. Un equipo bien plantado, con una idea clara, con el arco rival como objetivo y utilizando todas sus armas a disposición de manera útil. Fue fundamental Vinicius. El brasileño puede jugar mejor o peor, pero atrae rivales. Genera espacios. Su mera presencia compromete el planteamiento del adversario. Y si Brahim saca su mejor fútbol para volver loca a la defensa por el otro costado, el cóctel se torna muy potente.

Así empezó el equipo blanco. Con un arranque potente. Buscando constantemente la espalda de la defensa bergamasca. Tuvo Mbappé su primer mano a mano a los 2 minutos, tras un maravilloso pase filtrado de Brahim. Lo desaprovechó el francés, pero fue solo un aviso.

El buen inicio del Madrid le permitió redimirse apenas ocho minutos después. Vini, Brahim y él fueron los protagonistas. Movimiento en una baldosa. Un pase filtrado del marroquí y Mbappé definió como el 'killer' que se espera de él. Convirtió un golazo para silenciar al ruidoso Gewiss Stadium, emocionado con el nivel de su equipo.

Intentó responder el Atalanta. No podía ser otro que Lookman. Pero su ataque, su disparo, se volvió en su contra. Porque el Real Madrid salió disparado a la contra. Mbappé con espacio otra vez. Pero definió directamente a Carnescchi. Fueron los mejores momentos de los de Carlo Ancelotti.

A partir de ahí, el Atalanta encontró en el perfil diestro del club blanco el punto débil. Y empezó a carburar con Ederson y De Roon comandando el centro del campo. Balones a Lookman. El nigeriano, héroe de una ciudad también campeona de Europa, empezó a sortear a todo el mundo. Lucas, Brahim, Fede... Rüdiger sostuvo el área en dos pases rasos que dio la estrella del nerazzurro que De Ketelaere a punto estuvo de saborear.

Creció desde ese punto el combinado de Gasperini. Mucha personalidad, muy buena salida para hacer cada vez más daño hasta que obtuvo una recompensa casi inesperada. No porque no lo mereciera, sino por la forma en la que llegó. Porque cuando el Real Madrid rozó el segundo tras un remate de Rüdiger a pase de Bellingham, fue Kolasinac, un central, el que se metió en el área: Tchouameni tocó al bosnio por detrás y le entregó el penal.

De Ketelaere tomó la responsabilidad. Y no falló. Lo cruzó con su zurda, engañando a Courtois. El partido volvió a empezar. El Real Madrid, con más dudas y sin Mbappe; el Atalanta, con más fuerza, con más convencimiento.

Pero cuando más tocado está el Real Madrid, más peligroso es. En una jugada aislada, cuando el Atalanta parecía más tranquilo, conectaron Bellingham y Brahim. Buscó a Vinicius el ex del Milan, pero se topó con la defensa 'nerazzurra'. Se desentendió de la jugada casi sin darse cuenta de que Ederson volvió meter sin querer el balón en el área. Vini no lo desaprovechó. Cruzó con su zurda y puso el 1-2.

Casi sin tiempo para celebrar, el Real Madrid aumentó la distancia. Aprovechó la desazón de los de Bérgamo y, con una delicia de Bellingham, puso el 1-3. Dejó el inglés sentado a su marcador y, también con la izquierda, superó a Carnescchi.

Pareció sentenciar el conjunto blanco. Sin embargo, un disparo de Lookman cruzado y al palo corto de Courtois puso el 2-3 en el 65. Amenazó la 'Dea' entonces. Le tocó resistir al Madrid, que acabó con tres centrales tras la entrada de Asencio. Courtois sacó dos manos abajo para mantener el resultado. Retegui falló con el arco vacío en la última. Y el Real Madrid, pese a todo, no dejó escapar un partido decisivo. Respira. Y está muy vivo.