“Chiquilín de Bachín” (1968), con letra de Horacio Ferrer, fue grabada por Amelita Baltar en noviembre de 1969 en un disco simple como contracara de otro monumento del género, “Balada para un loco”, también de Ferrer. Roberto Goyeneche, un mes después, eternizó ambos temas con esa perfecta voz de graznido y bandoneón.
Es la versión de "Chiquilín..." de Roberto Goyeneche y Ástor Piazzolla la que estremece, la que duele, la que hace cerrar los ojos. Canta el ‘Polaco’ sobre el angelito de bluyín, el carasucia que vende rosas por las mesas del boliche de Bachín. La historia: el chiquilín de Bachín es Pablo González, quien tenía 8 años en 1968 cuando Ferrer lo conoció en “Bachín”, el restaurante que estaba en Sarmiento y Montevideo.
Video
Letra de Horacio Ferrer
El ‘Chiquilín’ era un lustrabotas que yiraba por la zona del bajo de la avenida Alem y abría puertas de los taxis por unas monedas. Lo hacía por su mamá, María Elena, y sus hermanitos. Todo el grupo familiar, eran ocho, vivían en una habitación de un hotel en Alem y Marcelo T. de Alvear. Como no alcanzaba, comenzó a vender flores en la zona de los teatros a la madrugada y dejó la escuela en tercer grado.
Ferrer lo dijo mejor que nadie en 99 caracteres: cuando el sol pone a los pibes delantales de aprender, él aprende cuanto cero le quedaba por saber. Ayer, al igual que ahora, los niños de ‘mil años’ siguen doliendo en la misma historia.
Otras historias de arte
Mirá también
Mirá también
Mirá también
Mirá también
Mirá también
Mirá también
Mirá también
Mirá también
Mirá también
Mirá también
Mirá también
Mirá también
Mirá también
Mirá también
Mirá también
Mirá también
Mirá también
Mirá también
Mirá también
Sobre la firma
Newsletter Clarín
Recibí en tu email todas las noticias, coberturas, historias y análisis de la mano de nuestros periodistas especializados
QUIERO RECIBIRLO