Aunque no parezca, los neumáticos han ido experimentando una transformación a lo largo del tiempo. Las nuevas tecnologías permitieron productos cada vez más nobles, eficientes y resistentes; al punto que algunos ya funcionan sin aire o son antipinchadura.
Pero también existe otra categoría, los que son de otro planeta. Este tipo de neumático no tiene que ver con nada de lo que conocemos; no son de caucho ni tienen banda de rodamiento convencional.
Estos conceptos, como el Lunar Rover de Bridgestone, están diseñados para vehículos lunares y son de acero. Es lo más parecido a una llanta sin cubierta o si se permite la analogía, a un rebanador de manzana.
Esto se debe a que el caucho no es realmente resistente en las duras condiciones lunares; es muy susceptible a las temperaturas extremas y a los rayos ultravioleta, abundantes en la Luna. Incluso si el compuesto de caucho no se deteriorara, sería excesivamente pesado e inflexible.

Cómo son los neumáticos lunares
Luego de un trabajo de investigación y desarrollo (I+D) y diferentes pruebas de validación en entornos similares a la superficie lunar, se determinó que materiales como el caucho y la resina experimentan cambios significativos y se degradan rápidamente.
La segunda generación de los neumáticos Lunar Rover de Bridgestone están fabricados de metal con una estructura diseñada para las exigencias de durabilidad y tracción de un entorno extremo, con falta de atmósfera, exposición a alta radiación y una gran amplitud de temperatura.
Este neumático incorpora la tecnología "Air Free" de nueva generación que incluye estructuras de soporte flexibles y delgadas, y una banda de rodamiento dividida en la dirección de rotación para soportar un suelo compuesto por rocas y arena.
Esto, sumado a la flexión y disminución de la tensión localizada en los rayos, permite una mejor tracción y capacidad de desplazamiento al aumentar el área de o y reducir el hundimiento gracias a la banda de rodamiento dividida.

En 2024, Bridgestone se asoció con Astrobotic Technology para crear neumáticos utilizados por vehículos del tamaño de una cocina (conocidos como rovers), diseñados para operaciones en la superficie lunar.
Las innovaciones de Bridgestone, perfeccionadas en condiciones extremas como el automovilismo, desempeñarán un papel clave en el avance de la movilidad en la Luna.
En un comunicado de prensa, la compañía señaló que “en el futuro continuará su trayectoria para desarrollar neumáticos que se puedan personalizar según las necesidades de cada cliente o misión, apoyando la seguridad, la tranquilidad y el desafío de la humanidad en el desarrollo lunar desde cero”.
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