El valle de Estes, en las Montañas Rocosas, al norte del estado de Colorado, era un lugar salvaje y solitario, conocido solo por las tribus indígenas de la región. En 1903 el inventor Freelan Oscar Stanley se instaló en la zona, donde seis años después inauguraría un majestuoso hotel.
Los primeros huéspedes llegaron en coches de vapor diseñados por Stanley y quedaron asombrados con este paraje montañoso, rodeado de los rústicos refugios de cazadores y colonos.
El hotel Stanley contaba con luz eléctrica, teléfono, baños en suite y una flota de automóviles. Pero, para los años 70, su esplendor se había desvanecido por falta de atención e inversión.
Fue entonces cuando el escritor Stephen King y su esposa pasaron una noche allí y la historia del “maestro del terror” y del hotel cambiaron para siempre.

El hotel embrujado que inspiró a Stephen King
Según recordó el propio King, en septiembre de 1974 se alojó en la habitación 217. “El hotel estaba a punto de cerrar por temporada y mi pareja y yo éramos los únicos huéspedes, con todos esos enormes pasillos vacíos”, dijo en una entrevista.
Si bien durante las primeras décadas de su existencia el hotel fue un destino popular para turistas ricos y celebridades, el auge de los viajes en automóvil y la creación de otras opciones de hospedaje más modernas llevaron al declive del Stanley a mediados del siglo XX. El hotel experimentó dificultades financieras y cambió de propietario varias veces.
Aquella noche, King vio a un niño que iba camino a su habitación, lo que no era posible teniendo en cuenta que no había más huéspedes. Hubo varios informes más sobre ruidos inexplicables, figuras y objetos robados o rotos. Mientras dormía, soñó que su hijo de tres años corría y gritaba por los pasillos.
“Me desperté, encendí un cigarrillo, me senté en una silla a mirar por la ventana y, antes de terminarme el cigarrillo, ya tenía en la cabeza toda la estructura del libro El resplandor”, contó King.

La novela se publicó en 1977 y se convirtió en un best-seller. Luego, en 1980, fue llevada al cine por Stanley Kubrick que, sin embargo, eligió el hotel Timberline Lodge de Oregón como locación. La historia gira en torno al niño, su madre y al terrorífico Jack Torrance (interpretado por Jack Nicholson).
El hotel Stanley sigue allí, totalmente recuperado y convertido en un destino turístico destacado. La habitación 217 fue bautizada como Stephen King.
Ahora, el hotel ofrece cuatro tipos de alojamiento: The Stanley, las habitaciones originales del hotel histórico; The Lodge, habitaciones históricas renovadas, con ambiente boutique; Aspire, modernas habitaciones tipo apartamento con cocina americana y Residencias en condominio de una a tres habitaciones totalmente equipadas.
Para los iradores de El resplandor, existen las “habitaciones animadas”, que incluyen la 217, con “alta actividad paranormal”, según afirma el propio hotel. También destacan las habitaciones 401, 407 y 428. Una noche en alguna de ellas puede costar unos US$ 379.
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