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      Sonic youth: los que están en el ruido

      El grupo que absorbió lo más atrevido de la música del siglo XX cierra el festival Primavera Alternativa, en el que también estará Sean Lennon.

      Redacción Clarín

      El grupo que cierra mañana a la noche el festival Primavera Alternativa es una leyenda. Furtiva, si se quiere, por haberle dado sentido a la maltratada palabra alternativa, absorbiendo lo más atrevido de la música del siglo XX (de John Cage al Krautrock, pasando por el movimiento No Wave y The Stooges) y proyectándolo a la cultura rock en forma de ruido, libertad y experimentación. Se hicieron grandes dedicándose al uso iconoclasta de la canción y a la redefinición radical del uso de la guitarra eléctrica. Como escribió el periodista español Oriol Rossell, con Sonic Youth "las seis cuerdas dejan de ser un objeto rígido para convertirse en entidades mutables, en perpetua invención".

      Mañana, entonces, será posible escuchar en Buenos Aires a Sonic Youth, cuarteto neoyorquino nacido a comienzos de los 80 que protagonizó uno de los más ricos y valiosos viajes por el interior del sonido moderno, sin asomar jamás la cabeza a la corriente principal del suceso masivo, el hit radial o el video en boga de MTV.

      Definido por la inquieta revista The Wire como el grupo de rock más influyente desde The Velvet Underground, Sonic Youth no dinamitó el "formato canción", más bien se dedicó a tentar la resistencia de sus límites y a desafiar el rigor de sus convenciones. Y esa tensión, además, fue aplicada a dos esferas básicas: el aspecto orgánico del sonido y la estructura de difusión de la música. Al mismo tiempo que el grupo progresaba en intensidad experimental y saturación eléctrica, iba editando sus discos a través de pequeños grandes sellos (entre ellos, el alguna vez indispensable SST), para más tarde ser captados por la multinacional que le daría aire a Nirvana (Geffen). Una vez allí, no sólo dejaron pasar la posibilidad de diplomarse de tíos del grunge, sino que con el tiempo extremaron la capacidad de autonomía a través de la creación de una etiqueta de edición propia, Sonic Youth Records.

      Vía SYR pusieron en la calle una serie de ep''s que, bajo la etiqueta "Perspectivas musicales", comenzaron siendo postales urgentes de diversos procesos sonoros (al menos en las tres primeras entregas de la serie es posible asomarse al placer y el vigor de sus improvisaciones), para llegar a un cuarto volumen (un doble CD) en el que le rindieron homenaje a creadores de la talla de Cage, Steve Reich, Yoko Ono o Pauline Oliveros con el título de Goodbye 20th Century.

      Dicen que, aún hoy, cuando editan un disco por Geffen (los últimos son Washing Machine, A Thousand Leaves y NYC Ghosts and Flowers) y de pronto se encuentran las paredes de Nueva York llenas de posters promocionales, no pueden evitar preguntarse quién ordeno hacer semejante cosa. Kim Gordon, Lee Ranaldo, Steve Shelley y Thurston Moore (con una ayudita sonora del interesantísimo Jim O''Rourke) estarán aquí poniendo en ruido lo que ya dijeron en palabras: "Pudimos dejar el punk rock como una suerte de identidad e ir hacia ideas musicales más radicales y sofisticadas, como la improvisación, el jazz y los estilos clásicos del siglo XX. Nos fuimos exponiendo cada vez más a ese desarrollo en el underground de las ideas más experimentales. Cuando empezamos sabíamos perfectamente qué era lo que queríamos hacer: desbaratar completamente toda convención rockera".


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