window.addEventListener('keydown', function(e) { if(e.key === 'Escape'){ e.preventDefault() } });
Noticias hoy
    En vivo

      Suicidios en el fútbol argentino: un drama que se agrava por la dificultad de los jugadores para exteriorizar los problemas que sufren dentro y fuera de la cancha

      La depresión, el retiro, quedar libre de un club, ser despedido, tener problemas familiares o no poder superar una grave lesión son los síntomas de casos que conmocionaron al mundo de la pelota.

      Suicidios en el fútbol argentino: un drama que se agrava por la dificultad de los jugadores para exteriorizar los problemas que sufren dentro y fuera de la canchaJulio César Toresani tenía 51 años cuando tomó la determinación de quitarse la vida.

      César Borda, Julio César Toresani y Leandro Cogrossi fueron tres víctimas fatales se cobró la depresión en nuestro fútbol en 2019. Dos pibes que no llegaron a Primera División: Alexis Ferlini, arquero dejado libre por Colón de Santa Fe, y Leandro Latorre, delantero libre de Aldosivi, de Mar del Plata, se quitaron la vida en 2020. Y ahora, en este comienzo de 2021, fue encontrado muerto el delantero de Godoy Cruz, el uruguayo Santiago "Morro" García, en Mendoza.

      Hubo muchos más casos hubo en el fútbol argentino: Alberto Pedro Vivalda (River, Millonarios de Colombia, Chacarita y Tigre, en 1997), Mirko Saric (San Lorenzo, en 1994), el boliviano Ramiro "Chocolatín" Castillo (en Argentina jugó en Instituto de Córdoba, Argentinos Juniors, River, Rosario Central y Platense, en 1997), Luis Ibarra (Tigre, en 1997), Sergio Schulmeister, en 2003, y Héctor "Pachi" Larroque, en 2011 (ambos ex arqueros surgidos de Boca); Mariano Gutiérrez (San Martín de Burzaco), o el ex árbitro Fabián Madorrán, después de haber sido despedido por la AFA en 2004.

      Mirko Saric, de San Lorenzo, disputando una pelota con "La Bruja" Sergio Berti, de River, en un Torneo Clausura. Foto: Archivo Clarín.Mirko Saric, de San Lorenzo, disputando una pelota con "La Bruja" Sergio Berti, de River, en un Torneo Clausura. Foto: Archivo Clarín.

      Pasa en el fútbol y pasa en toda nuestra sociedad. Con o sin relación directa con la condición de ser jugadores profesionales o semi-amateurs, por regla general, todos los cuadros depresivos que decantan en un resultado fatal comparten un rasgo: la dificultad para exteriorizar lo que se atravesaba. En un ambiente de tanta exigencia como el deporte profesional y con tanta crítica exacerbada como la que se da en el fútbol argentino, este problema se agrava. ¿Por qué aún hoy, habiéndose derrumbado los prejuicios que marcaban a la depresión como una anormalidad, sigue siendo un martirio para los futbolistas reconocer este problema">